Probablemente en algún momento de tu vida hayas conocido a una persona de otro país, con una lengua y una cultura muy diferentes de las tuyas. Sabrás por lo tanto que preguntas del estilo ¿cómo debo actuar? o ¿de qué debería hablar? son bastante frecuentes. A continuación te proponemos 10 consejos para tener éxito a la hora de hablar con una persona extranjera, ya sea usando tu lengua o una lengua ajena.. Esperamos que te sean de utilidad.
1. Más vale prevenir que curar!
Debes tener en cuenta que las normas y valores propios de la cultura de tu interlocutor no son las mismas que las tuyas. Por ejemplo, es por todos sabido que los españoles somos un poco escandalosos (si no pregúntele al pobre pasajero que se sienta rodeado de un grupo de turistas españoles en el metro de París). Sin embargo, nuestro interlocutor extranjero puede interpretar que estamos enfadados si le hablamos con un tono de voz elevado. Te estarás preguntando, "entonces, ¿cómo actúo?". Ante la duda te recomendamos adecuar el registro a la situación (no elevar la voz!!) e intentar ser siempre educado. Nunca está de más dar las gracias o pedir perdón si algo se malinterpreta. En resumen, ser un "total british".
Debemos partir de la base de que ninguna cultura es mejor que otra. Una buena manera de iniciar una conversación intercultural es mostrando interés por la cultura del otro. Esto permitirá acortar las distancias culturales que podrían surgir al adoptar una actitud poco tolerante juzgando lo ajeno. Despierta tu interés por otras culturas y aprende lo máximo posible ya que mañana podrías estar comprando un billete de avión a ese lugar!
3. It's a match!
Todos nos hemos visto envueltos en silencios incómodos que parecen eternos por no saber de qué hablar. Es normal que cuando no hay confianza y no se conocen las aficiones de la otra persona cueste encontrar un tema apropiado y entretenido del que hablar para ambas partes (más allá del "uff como llueve hoy, no?"). Para evitar encontrarnos en esta situación te proponemos que tomes iniciativa en compartir tus intereses para descubrir qué tenéis en común. No te olvides de hacer preguntas para involucrar a la otra persona! Seguro que necesitaréis tomar otro café para terminar la conversación.
4. Intenta ponerte en sus zapatos
Probablemente son muchas las diferencias que existen y que desconoces de la otra persona. Intenta aprender más sobre su personalidad y sus intereses para ser capaz de comprender su realidad. Probablemente son muchas las diferencias entre vosotros.
5. Cuidado con los estereotipos!
Todos sabemos que los españoles somos mundialmente identificados como vagos que comen paella cada día, bailan sevillanas y van a ver a los toros. Suponemos que no estás de acuerdo con este tipo de asociaciones. ¿Por qué iban a estarlo, entonces, nuestros amigos extranjeros? Con esto no estamos diciendo que no puedas mostrar curiosidad y preguntar sobre la veracidad de estas presuposiciones. Ojo, nunca las des por hecho puesto que puede resultar pesado y crear una situación incómoda.
Conclusión: muéstrate flexible a la hora de romper con los estereotipos sobre la otra cultura.
6. Alto al fuego!
Antes de que te veas envuelto en un entorno hostil, debes tener claro cuales son los temas tabú. Deberías evitar hablar de religión o política, en un primer momento, ya que la diversidad de sociedades implica una serie de creencias, ideologías y valores particulares. ¿Qué deberías hacer si alguno de estos temas surgen? Bueno... intenta no posicionarte a favor de una u otra ideología e intenta cambiar el curso de la conversación.
7. Mind the gap!
Uno de los aspectos más positivos de la comunicación intercultural es que puedes servirte de otros idiomas para cubrir posibles carencias léxicas o pragmáticas. Hay multitud de expresiones exclusivas de cada cultura! Así, si no eres capaz de recordar una palabra puedes recurrir al idioma materno o a otra lengua que conozcas, aumentando las posibilidades de comprensión por parte de la otra persona. Del mismo modo, recuerda ser amable si la otra persona desconoce alguna expresión y sírvete de tu imaginación para hacerte entender!
No te avergüences de tu acento por muy diferente que sea al de la otra persona o hablando una lengua que no es la tuya. Precisamente esta diversidad es un aspecto atractivo de la interculturalidad. Mucha gente cae en la tentación de fingir su acento confiando en que facilitará la comunicación o simplemente para evitar que les juzguen. Sin embargo, esto podría complicar la situación, encontrándonos frente a un interlocutor que podría estar pensando en qué idioma estás hablando...
9. También podrían reírse de ti
Todos cometemos errores cuando utilizamos una lengua ajena para comunicarnos. Sin embargo, aunque resulte inevitable que nos hagan gracia confusiones del tipo beer-bear no podemos dejarnos llevar por nuestros impulsos ya que la otra persona puede cohibirse. Sigue este consejo en caso de que quieras que la conversación continúe por más de cinco minutos. Recuerda: Es importante que ambas partes se sientan cómodas en el intercambio comunicativo, además si acabas de conocer a una persona no puedes tomar más confianza de la que todavía no tenéis.
Cada cultura tiene unas normas pragmáticas diferentes. Esto es especialmente relevante en cuanto al contacto físico. Si eres de esos que se pasa una conversación gesticulando y tocando al de al lado, contente porque podría interpretarse como una invasión del espacio personal. Que no te sorprenda si intentas darle dos besos a una finlandesa y te evita, extrañada, mientras espera para saludarte con un apretón de manos.
Realizado por: Alexandre Rivera y María Leal
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